Sam Bankman-Fried se declaró no culpable de fraude

El 3 de octubre marcó el inicio del juicio contra Sam Bankman-Fried, el fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, en un tribunal federal en Manhattan. Este juicio se centra en los cargos de fraude y lavado de dinero. La primera sesión estuvo mayormente dedicada a la selección del jurado, y como se había anticipado, Bankman-Fried se declaró no culpable.

El destacado genio financiero, que a sus 31 años experimentó tanto el éxito como la perspectiva de pasar el resto de su vida en prisión si se lo encuentra culpable de varios de los siete cargos, llegó a la sala de tribunal con traje y corbata, presentando un cabello notablemente más corto que su característico estilo, según los medios presentes en la sala.

El juez Lewis Kaplan comenzó preguntando a Bankman-Fried si deseaba ejercer su derecho a no declarar, una decisión que recaía exclusivamente en él. A continuación, el juez recordó a la defensa que aún tenían la oportunidad de presentar un acuerdo para declararse culpable, a lo que respondieron negativamente.

Previamente a la sesión, los abogados de Bankman-Fried presentaron una demanda ante el juez en la que se oponían a la solicitud de la Fiscalía de convocar a clientes de FTX como testigos, con el propósito de determinar si comprendían completamente cómo FTX manejaba sus activos y el papel de la empresa como custodio de los mismos.

La defensa argumentó que el jurado debe evaluar los hechos desde la perspectiva objetiva de una persona razonable, insinuando que los clientes afectados por la quiebra de FTX pueden no encajar en esta categoría.

Esta disputa destaca como un punto crucial en el desarrollo del juicio a Bankman-Fried, ya que el jurado deberá pronunciarse sobre el complejo mundo de las criptomonedas, sobre el cual podrían tener un conocimiento limitado, como señaló el Wall Street Journal.

El periódico informó que tanto la Fiscalía como la defensa buscarán aprovechar esta presunta falta de conocimiento a su favor. La Fiscalía buscará limitar el juicio a los conceptos de mentiras y robo, evitando entrar en detalles técnicos. Por otro lado, la defensa podría insistir en los aspectos más complejos para argumentar que el jurado no puede condenar delitos que no comprende, especialmente cuando el acusado se ha declarado inocente.

K. Tovar

Fuente: Bancaynegocios