Inteligencia artificial envuelta en la generación de información falsa

Especialistas en ciberseguridad vienen alertando sobre el rápido desarrollo de la IA y sus implicaciones en la manipulación de información en la red, particularmente en las redes sociales.

El uso de deepfake o video que simula una situación real, no es nuevo. Se han usado, de manera particular, en temas políticos. Desde el inicio del conflicto Rusia-Ucrania han inundado Internet decenas de videos elaborados con machine learning.

La superposición de rostros y voces hacen que parezca una información o situación real, cuando en realidad es una manipulación mediante IA.

Algunos de los consejos de los especialistas en el tema apuntan a enfocarse en aspectos clave como el parpadeo de la persona en el video. En un deepfake la persona parpadea menos veces y menos rápido o natural que en la vida real.

Por otro lado, indican estar atentos a zonas del cuerpo más allá de la cara y cuello, ya que en los videos falsos es más complicado modificar todo el cuerpo. Al menor detalle que no encaja es propio dudar.

Otro aspecto que podría permitir identificar un video creado por IA es el movimiento de la boca. Se ha establecido que los algoritmos de la inteligencia artificial aún no logran copiar con nitidez el interior de la boca, los dientes y la lengua. A ello se suman fallos en la sincronización de la voz con el movimiento de la boca.

Sobre la calidad en general del posible deepfake, es importante prestar atención a detalles como saltos en la reproducción, bordes borrosos, iluminación deficiente, piel demasiado lisa, cambios en el fondo del video.

M.Pino

Fuente: consumer.es

(Fuente imagen referencial: Usnplash, en colaboración con Getty Images)

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