Desempleo en América Latina se prolongará hasta el 2024

La OIT afirmó que el crecimiento económico registrado en América Latina durante el 2021 fue insuficiente en la disminución del desempleo, el cual podría prolongarse hasta el 2024

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) difundió su edición del Panorama Laboral de América Latina y el Caribe donde señaló que el crecimiento económico evidenciado durante el 2021 en la región no impactó lo suficiente para lograr disminuir el desempleo y recuperar el mercado laboral. Al contrario, la pandemia ha provocado altas cifras de desocupación y un incremento en la informalidad.

El director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, expresó: “El panorama laboral es incierto, la persistencia de los contagios por la pandemia y la perspectiva de un crecimiento económico mediocre este año podrían prolongar la crisis del empleo hasta 2023 o, incluso, 2024”.

El organismo internacional destaca que la región registró un fuerte nivel de recuperación económica, obteniendo un crecimiento superior al 6 %. Sin embargo, esta situación no permitió rescatar la cantidad de empleos perdidos.

Cuatro millones de desempleados a causa de la pandemia

Durante el segundo trimestre del 2020 se perdieron en América Latina y el Caribe 49 millones de puestos de trabajo y para el cierre del 2021 aún restan por recuperar 4,5 millones, de los cuales aproximadamente 4 millones son consecuencia de la crisis provocada por el Covid-19.

Para finales del 2021 se estimó una tasa promedio de desocupación para la región por el orden del 9,6 %.  Esta cifra es menor a la registrada en el 2020 que se ubicó en 10,6 %. Sin embargo, es considerado como un retroceso al compararla con el 8 % registrada en el 2019, que es la usada como referencia para calcular el impacto de dos años de pandemia.

Actualmente, se estima que en la región existen unos 28 millones de personas que buscan ocupación sin encontrarla.

De acuerdo con lo explicado por Pinheiro, en “América Latina y el Caribe la pandemia tuvo un impacto más severo por causa de comorbilidades sociales como informalidad y desigualdad (…), contribuyendo a la pérdida de empleos y de ingresos, sin regímenes de protección social adecuados para sostener a las personas en un momento tan difícil”.

M. Rodríguez

Fuente: finanzasdigital.com

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