Aldea española promueve la producción de energía limpia

La localidad de Valdepiélagos, a unos 50 kilómetros de Madrid, está conformada por 30 viviendas que se abastecen de energía limpia y luchan por la reducción de la huella ecológica en el municipio

Más de 20 años han pasado desde la formación de la ecoaldea Valdepiélagos,  muy cerca de Madrid, la capital española. Sus pobladores asumieron el compromiso del cuidado del ambiente, mediante la creación de un conjunto de viviendas bioclimáticas que se abastecen de energía limpia para reducir la huella ecológica en su municipio.

Actualmente, el llamado «ecobarrio» es un pilar fundamental en «la lucha contra el cambio climático y el fomento del desarrollo local a través de proyectos en los que participan emprendedores.

Víctor Torre Vaquero, cofundador de Valdepiélagos, subraya que les interesaba alcanzar un estilo de vida más sostenible, por lo cual decidieron replicar escenarios que habían visto en países europeos como Suecia o Alemania. Hasta ahora han consolidado «una comunidad con una fuerte concienciación ecológica y ambiental, incluyendo el uso de energías renovables como la fotovoltaica«.

La comunidad funciona en la modalidad de cooperativa, en un terreno de 30.000 m2. Para la construcción de las casas usaron «materiales ecológicos y aislantes naturales«, con la aspiración de crear un nuevo modelo social, económico y energético.

Es importante resaltar que todos los chalets del ecobarrio cuenta con «huerto propio, depósitos de agua que permiten recoger una cantidad suficiente como para regar el huerto durante todo el verano y enormes placas solares en los tejados que permiten abastecer a la vivienda de electricidad y calefacción«.

La iniciativa ha dado sus frutos, mediante un cambio de mentalidad orientado a la sostenibilidad. Los casi 600 habitantes lograron dar impulso al comercio e incorporar a emprendedores jóvenes y de edad avanzada para lograr una simbiosis entre la experiencia y la innovación. Ésta última procede «sobre todo de estudiantes Erasmus y programas europeos que envían a anualmente a cuatros jóvenes para desarrollar sus proyectos en los pueblos y poder acercarse así a la realidad de los entornos rurales y a este modelo de vida basado en la ecología y la sostenibilidad».

En el desarrollo de la comunidad no se puede olvidar el desarrollo propiciado por las tecnologías, pues con su llegada se abrió la puerta a las ventas online, el teletrabajo y al apoyo de ONG como la Red Ibérica de Ecoaldeas (RIE) encargada de conectar iniciativas y proyectos en cada una de las ecoaldeas registradas en su plataforma.

M.Pino

Fuente: El Mundo

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