La tecnología de los wearables se enfoca en el cerebro
La siguiente frontera para los dispositivos usables, o wearables, es el cerebro de la mano de la neurotecnología para tratar, desde la parte exterior, diversas enfermedades
La tecnología de los llamados wearables, como pulseras, relojes y anillos inteligentes, llegó al mercado hace unos años. Ahora, gracias a la neurotecnología, los científicos se enfocan en el cerebro.
Pero no se trata de implantes cerebrales como los promocionados por Elon Musk. Son dispositivos médicos terapéuticos que se colocarían en la parte externa para generar impulsos en el cerebro, y así tratar diversas enfermedades.
Los especialistas en neurotecnología están trabajando en aparatos “que aplican estimulación cerebral desde fuera del cuerpo (a través de la piel y el cráneo), sin recurrir a ningún proceso físicamente invasivo y como tratamiento para una variedad de problemas de salud crónicos”.
Las patologías en las que se podría usar un tratamiento con esta innovación serían “afecciones psicológicas como la depresión, el dolor menstrual, el síndrome premenstrual y en general aplicaciones objetivo como la ansiedad, el insomnio o el trastorno de estrés postraumático”.
Asimismo, los investigadores estiman que los dispositivos de estimulación cerebral desde la parte externa podrían ser útiles en trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes tipo II, ¡que podrían tratarse utilizando este tipo de neurotecnología portátil”.
En esta apuesta participan diversas startups que han “desarrollado tecnologías de estimulación cerebral no invasiva durante la última década” para lograr tratamientos alternativos más eficaces.
Funcionamiento de dispositivos médicos terapéuticos
Los científicos explican que estos aparatos básicamente estimulan la actividad cerebral “de forma dirigida puede influir en cómo se siente una persona al cambiar las señales eléctricas que utilizan las células cerebrales para comunicarse entre sí”.
De acuerdo con la doctora Camilla Nord, profesora adjunta de la Universidad de Cambridge y directora del Laboratorio de Neurociencia de la Salud Mental, explica que “las células cerebrales se comunican mediante sustancias electroquímicas” y una forma de cambiar la actividad cerebral, además del pensamiento o estado de ánimo del paciente, es “modificando la química. Eso es lo que hacen los medicamentos como los antidepresivos y los antipsicóticos”.
Añade que otra forma de lograr este cambio es interviniendo sus señales eléctricas mediante estimulación eléctrica cerebral de bajo impacto.
M.Pino
Fuente: muycomputer
(Imagen referencial: Robina Weermeijer en Unsplash)
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