China ubica su moneda en 7 yuanes por dólar

El Banco Popular de China (BPC) fijó esta semana un tipo de cambio de referencia de la moneda totalmente diferente, desde la última vez que se hizo en 2008

El Banco Popular de China (BPC) fijó este jueves, por primera vez desde la Gran Recesión, el tipo de cambio de referencia de la moneda del gigante asiático por encima del umbral de los 7 yuanes por dólar, después de que la cotización de la divisa china se depreciara más allá de este nivel el pasado lunes, un nivel no alcanzado desde 2008, provocando una sacudida en los mercados y airadas reacciones de EE.UU., el cual acusó formalmente a China de manipular el tipo de cambio.

El instituto emisor chino determinó el punto intermedio de la banda de flotación de su moneda en los 7,0039 yuanes por dólar, frente a los 6,9683 yuanes de ayer y los 6,9225 yuanes del pasado lunes. De este modo, la entidad permite que la cotización de la moneda china oscile dentro de una banda del 2% al alza o a la baja respecto al tipo de cambio de referencia del banco central.

«Dudamos de que el BPC hubiera dado este paso si no tuviese la voluntad de dejar que la moneda se deprecie más y la vemos acabando el año en 7,30 yuanes por dólar», apunta Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics.

El experto considera que una depreciación del 10% del yuan impulsaría medio punto porcentual al alza la inflación y restaría una décima al crecimiento del PIB por su impacto sobre las importaciones y el consumo, mientras que, por el contrario, reportaría un estímulo de dos décimas al PIB, compensando sobradamente el lastre del 0,1% que podrían suponer los nuevos aranceles del 10% con los que EE.UU. amenazó a China a partir del próximo 1° de septiembre.

Asimismo, el analista de IG, Aitor Méndez, considera que el hecho de que este cambio de referencia no se aleje en exceso de lo ya descontado, sumado a los buenos registros de la balanza comercial, provocaría que la divisa china se mantuviera estable en unos niveles similares a los registrados durante la sesión de ayer.

«Ni el ahora progresivo y medido abaratamiento del yuan por parte de Pekín, ni ver cómo la guerra comercial no está socavando en exceso el saldo exterior de la balanza comercial de China gustarán a Donald Trump, pero lo cierto es que los datos publicados esta madrugada sí que sirvieron de bálsamo para los inversores», añade.

K. Tovar

Fuente: DF

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